Uno de los problemas más habituales en cuanto a la salud bucodental se refiere es la aparición de una enfermedad periodontal. La recesión de encías no solo afecta a la estética de nuestra sonrisa, sino que supone un grave peligro para la estabilidad de nuestras piezas dentales.
Se trata de un proceso gradual y lento, por lo que muchas veces la persona afectada no se da cuenta del problema hasta que el estado de la enfermedad periodontal es muy avanzado.
Las encías no se regeneran, por lo que su pérdida es un tema serio. Para evitar que en última instancia nuestros dientes se caigan, en nuestra clínica dental en Calahorra recurrimos al injerto de encías.
¿En qué consiste el injerto de encías?
Es un tratamiento de periodoncia con una mecánica muy simple: si las encías han retrocedido y los dientes corren peligro de caer al estar expuesta su raíz, debemos impedirlo.
Recurrimos entonces a un injerto, utilizando para ello tejido de una zona blanda de nuestra boca, principalmente el paladar. Con él recubrimos la zona afectada por medio de una técnica mínimamente invasiva y nada dolorosa.
Tras el injerto de encía se colocan puntos de sutura que permanecen en nuestra boca durante 1 o 2 semanas, hasta el momento de ser retirados por el dentista.
Si tienes las raíces dentales expuestas, es probable que sufras una enfermedad periodontal. Te recomendamos pedir cita y acudir a nuestra clínica dental en Calahorra.