El verano es un periodo en el que los niños corren, juega, se tropiezan y caen mucho más de lo habitual. Por pura estadística, es más habitual que sufran un traumatismo dental durante estas fechas. Pero ni ellos ni nosotros estamos exentos de encontrarnos en esta desagradable situación en cualquier época del año.
Sin embargo, el primer consejo que damos desde nuestra clínica dental en Calahorra es fundamental en estos casos: hay que mantener la calma.
No es el fin del mundo, y hasta el 80% de los dientes fracturados por golpe pueden ser restaurados o incluso colocados de nuevo si se han desprendido en su totalidad.
¿Cómo debemos proceder en el momento?
Una vez nos hayamos serenados debemos actuar con calma, pero sin prisas. Cuanto antes nos encontremos en el sillón del dentista más posibilidades tendremos de poder arreglar la situación con todas las garantías.
Debemos buscar el fragmento y enjugarlo bien con agua. Si se ha producido una avulsión (es decir, se ha desprendido el diente de forma completa) debemos evitar cogerlo por la parte de la raíz.
Tras enjuagarlo, lo podemos sumergir en un recipiente con leche para que se conserve mejor.
Respecto a nuestra boca, podemos colocar una gasa estéril en la zona afectada para frenar momentáneamente la hemorragia.
Tras hacer todo esto, llama de inmediato a nuestra clínica dental en Calahorra, avísanos de lo que ha pasado y pon rumbo a nuestro sillón dental.